Estimado amigo David,

Para mi no fue una sorpresa nada de lo que vi en Getafe el pasado domingo, y no lo fue porque te conozco. No lo fue porque desde que éramos compañeros de equipo nacional hemos compartido muchas conversaciones entre las cuales manifestábamos la importancia de hacer espectáculo en las competiciones de judo. Hemos hablado de los disyoqueis del torneo de Paris, o de lo bonito que es que los peques puedan pedir un autógrafo a sus ídolos. Aún recuerdo nuestras caras cuando un grupo de jóvenes franceses nos asediaron en la Torre Eiffel para pedirnos una firma por ser del equipo nacional español, jaja…

Te conozco, sí, te conozco. Sé hace mucho tiempo de tu entusiasmo por el judo, de tu calidad humana, de tu capacitación deportiva (que se trasfirió a tus victorias dentro del tatami), de tu capacitación profesional como árbitro, de tu buen hacer con una pala de pádel o de ping pong, y de cada una de las cosas que se te meta entre ceja y ceja. Sé de la fuerza que le imprimes a los proyectos, de tu entusiasmo, de tu don de gentes, y de tus ganas de vivir la vida. Por todo ello no me sorprendió nada lo que vi el sábado, porque fue exactamente eso: espectáculo, entusiasmo, fuerza, calidad humana, capacitación, solidaridad, amistad, profesionalidad, multitud de gente, y vida… vida en estado puro. Cuando la gente ve la obra de un artista, sabe a quien corresponde antes de ver su firma, porque lleva su huella, y sin dudarlo te diré que DESAFÍO MOGENA fue exactamente lo que eres tú, aunque intentaras pasar lo más desapercibido posible para darle el protagonismo a los demás.

No quiero quitar importancia a tu profesor, Pastor, que como si de una premonición se tratara, haciendo honor a su apellido, ha sabido guiar un grupo como el vuestro. Por ello os felicito a todo el equipo por el trabajo tan brillante que habéis realizado, por demostrar que el judo es algo más, y que las personas como Fernando merecen todo nuestro apoyo para ver esa sonrisa que le vi en determinados momentos el domingo. Aunque debo decir que eso no tiene demasiado mérito, porque ver reír a Fernando es demasiado fácil, es uno de los vuestros: un vitalista.

Gracias de todo corazón a ti, a Fernando, a su familia, a la tuya, a vuestro equipo de trabajo y a todos los asistentes por la tarde del domingo 21 de octubre de 2012, que pasará a la historia como el primero de muchos “Desafío Mogena”. Gracias por crear el mayor espectáculo de judo de nuestro país y por aunar a gente muy distinta bajo un mismo espíritu.

Estoy muy orgulloso de ser tu amigo y espero que sigas colaborando con mi grupo de trabajo, porque te necesitamos y mucho.

Recibe un fuerte abrazo de tu admirador Carlos Montero.