DeFrutos. Salud y Bienestar

Llegadas estas fechas siempre quiero dedicar unas palabras a la familia que componemos DeFrutos.

Habitualmente, estas palabras van destinadas a hacer balance de la temporada, recordando el éxito de los festivales organizados desde la escuela, nombrando a los nuevos cinturones negros o presumiendo de las medallas conseguidas por los miembros de nuestros equipos de competición. Puedo garantizar que este año podríamos hacer exactamente lo mismo porque motivos sobran. En cambio, he decidido cambiar el discurso a fin de definir un sentimiento personal que tengo hace tiempo y que casa perfectamente con el espíritu navideño.

En esta ocasión quiero agradecer enormemente el tiempo compartido con aquellos alumnos que disfrutan con nosotros el día a día de los entrenamientos, pero sobre todo con aquellos que entrenaron en nuestra escuela durante algún tiempo y que hoy ya no lo hacen. Gracias a los que siguen y a los que no, hoy somos quienes somos. Una identidad como la que hoy ostenta nuestro club sólo se sostiene con la presencia de los que nos acompañan a día de hoy, pero sobre todo con las ausencias de los que ya no están.

Por todo ello, queremos mirar al futuro sin olvidar nuestro pasado, con sentimiento de agradecimiento, con la tenacidad que nos caracteriza, bajo el sustento de las sonrisas que desprenden nuestros jóvenes reflejo de su inocencia, con el respeto por los que comparten y los que no comparten nuestra forma de entender la vida, y sobre todo con la fuerza que nos reporta la convicción de ser honestos en cada paso que damos.

Así, pediremos a nuestros alumnos que este 2015 se esfuercen cada día, sonrían a la vida, que se enfunden el traje de judo con la responsabilidad que conlleva representar nuestro escudo y que miren a otro lado cuando respiren la crítica o el insulto de los que no les comprendan.

Les pedimos también que se enfrenten a los problemas con determinación y capacidad resolutiva porque: «No sabrás realmente quien eres hasta que te encuentres en situaciones difíciles. Sólo entonces tendrás la oportunidad de decidir en quién quieres convertirte y aprenderás donde están tus verdaderos límites».

Carlos Montero

EDF. FELICES FIESTAS Y PROSPERO AÑO NUEVO